jueves, 30 de noviembre de 2017

Meditaciones para los días de adviento de San Alfonso María de Ligorio (1) - Se encarnó por obra del Espíritu Santo, y se hizo hombre



MEDITACIÓN I
Y se encarnó por obra del Espíritu Santo, y se hizo hombre.

Considera como habiendo criado Dios al primer hombre para que le sirviese y amase en esta vida, y después conducirle a la vida eterna, a reinar en el paraíso; a este fin le enriqueció de luces y de gracias. Pero el hombre ingrato se reveló contra Dios, negándole la obediencia que le debía de justicia y por gratitud, quedando de esta suerte el miserable privado con toda su descendencia de la divina gracia y excluido por siempre del paraíso. Mira después de esta ruina del pecado perdidos a todos los hombres. Todos vivían ciegos entre las tinieblas, en las sombras de la muerte. Mas Dios, viéndolos reducidos a este miserable estado, determina salvarlos. Y ¿cómo? No manda ya a un ángel o a un Serafín; si que para manifestar al mundo el amor inmenso que tenía a estos gusanos ingratos, envío a su mismo Hijo a hacerse hombre y a vestirse de la misma carne de los pecadores, para que satisficiese con sus penas y con su muerte a la justicia divina por los delitos de ellos, y así los librase de la muerte eterna; y reconciliándolos con su divino Padre, les alcanzase la Divina Gracia, y los hiciese dignos de entrar en el reino eterno. Pondera aquí de una parte la ruina inmensa que trae el pecado, privándonos de la amistad de Dios y del paraíso, y condenándonos a una eternidad de penas. Pondera de la otra el amor infinito que Dios mostró en esta grande obra de la Encarnación del Verbo, haciendo que su Unigénito viniese a sacrificar su vida Divina por manos de verdugos sobre la cruz en un mar de dolores y vituperios, para alcanzarnos el perdón y la salvación eterna. ¡Ah! Que al contemplar este gran misterio y este exceso de amor cada cual no debería hacer otro que exclamar: ¡Oh Bondad Infinita! ¡Oh Misericordia Infinita! ¡Oh Amor Infinito! ¿Un Dios hacerse hombre, para venir a morir por mi?…

Domingo I de adviento (ciclo b) Guión litúrgico



ENTRADA:
Con este primer domingo de Adviento entramos en el tiempo de cuatro semanas con que inicia un nuevo Año litúrgico y que nos prepara inmediatamente para la fiesta de la Navidad, memoria de la Encarnación de Cristo en la historia. Pero el mensaje espiritual del Adviento es más profundo y ya nos proyecta hacia la vuelta gloriosa del Señor, al final de nuestra historia. Nos ponemos de pie para comenzar este santo tiempo de gracia con la celebración esperanzada de la Eucaristía. Cantamos…

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Domingo I de adviento (Ciclo b) Catena Aurea



Marcos 13,33-37
Estad, pues, alerta, velad y orad, ya que no sabéis cuándo será el tiempo. A la manera de un hombre que, saliendo a un viaje largo, dejó su casa y señaló a uno de sus criados lo que debía hacer, y mandó al portero que velase. Velad, pues, también vosotros, porque no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si a la tarde, o a la media noche, o si al canto del gallo, o al amanecer: no sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos. En fin, lo que a vosotros os digo, a todos lo digo: velad".

Pseudo - Jerónimo
Porque es necesario que vele el espíritu antes de la muerte del cuerpo.

Teofilacto
Nos ordena, pues, dos cosas: vigilar y orar. Porque muchos vigilan, sí, toda la noche, pero es para consagrarla a la maldad. Y aduciendo un ejemplo en confirmación de esto, dice: "A la manera de un hombre que, saliendo a un viaje largo", etc.

Beda, in Marcum 4, 42
El hombre que saliendo a un viaje largo dejó su casa es Cristo, quien, subiendo triunfante a su Padre después de la resurrección, dejó corporalmente la Iglesia, sin privarla por eso de la protección de la presencia divina. 

Novena a la Inmaculada Concepción



Oraciones para todos los días
Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante tu divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa haberte ofendido. Ayudado de tu divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.
Oración preparatoria
Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que, por la gracia de Dios, has sido elegida para ser madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
No me dejes pues a mí tampoco, porque si no, me perderé; que yo tampoco quiero dejarte a ti, antes bien cada día quiero crecer más en tu verdadera devoción. Y alcánzame principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud, y la tercera, una buena muerte. Además dame la gracia particular que te pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, tuya y bien de mi alma.

martes, 28 de noviembre de 2017

"La doctrina religiosa de Lutero" - R.P. Alfredo Saenz S.J.


Espiritualidad Bíblica 10 - La Sabiduría considerada como serenidad - Mons. Dr. Juan Straubinger

1.   ESPIRITUALIDAD BÍBLICA
1.10.  LA SABIDURIA CONSIDERADA COMO SERENIDAD



I

La sabiduría que imploró Salomón se sintetiza en el "saber que ella trabaja con nosotros a fin de que sepamos lo que a Dios agrada" (Sab. IX, 10). Al iniciar nuestro empeño por buscarla, nos consuela el saber de antemano que la conseguiremos, porque "el que la necesita no tiene más que pedirla a Aquel que da copiosamente, sin zaherir a nadie” (Sant. I, 5). Porque “todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama se le abrirá” (Luc. XI, 10).
Más aún, la sabiduría “se anticipa a aquellos que la codician, poniéndoseles ella misma delante”. Por tanto, quien la buscare “no tendrá que fatigarse, pues la hallará sentada en su misma puerta” (Sab. VI, 14-15). Y esto es porque el Divino Padre, que es bueno, "dará el buen espíritu a quien se lo pida", así como nosotros, “que somos malos, sabemos dar cosas buenas a nuestros hijos, y no les damos una piedra cuando nos piden un pan” (Luc. XI, 11-13).
Por donde se ve que el desear la sabiduría es ya la seguridad de alcanzarla, y esto lo expone la Biblia en forma de sorites, en un pasaje maravilloso que es quizá la única argumentación silogística en el Antiguo Testamento (más marcadamente que en Rom. V, 2-5 y I Ped. I, 5-7) y que denuncia la procedencia alejandrina del autor del Libro de la Sabiduría.
Dice éste, en efecto: "El principio de la sabiduría es el muy sincero deseo de instrucción; la premura de instrucción, es amor; el amor es ya guardar sus leyes; la atención prestada a esas leyes, es signo de incorrupción; la incorrupción (inmortalidad) da un lugar junto a Dios. Luego, el deseo de la sabiduría conduce al Reino eterno” (Sab. VI, 17-20).

II

lunes, 27 de noviembre de 2017

Qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en el Sagrario 34 - Y vosotros, ¿Quién decís que soy Yo? - San Manuel González García

Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?
(Mt 16,15)



Él
«Y vosotros, ¿quién decís que soy Yo?».
Hace veinte siglos que tus labios, Maestro santo, se abrieron para dar paso a esa pregunta y durante esos veinte siglos no ha alumbrado el sol ningún día en que no hayas repetido tu pregunta.
¿Quién decís que soy? sacerdotes que servís a mi altar, cristianos los que me coméis en Comunión, y los que nunca pasáis por delante de mis Sagrarios... ¿quién soy?, ¿quién soy?
Y ¿por qué tanto preguntar lo mismo, Señor?
Y ¿por qué precisamente a los que mejor deben saberlo?
¿No te vienen respondiendo los hombres llamándote Padre nuestro, Cristo Hijo de Dios vivo, Salvador del mundo, Maestro de toda la verdad, Corazón santo, Dios con nosotros, santísimo Sacramento, Buena Gracia o Eucaristía?
¿No te responden cada día los coros de las catedrales y de los monasterios y las bocas de tus sacerdotes y vírgenes con las alabanzas y confesiones de sus Misas y de sus Oficios?
¿Por qué a pesar de esas respuestas sigues preguntando?
¡Ah!, no me lo digas, que ya mi corazón lo adivina y lo siente.
Es nuestro comportamiento contigo la causa de tu insistencia.
Es la discrepancia, que diría infinita, entre la respuesta de nuestros labios y la de nuestras obras la que te hace, ¡qué vergüenza para nosotros!, no creernos, ni fiarte de nuestra palabra.
Porque si te decimos Padre, ¿por qué no quererte como hijos? Si te decimos Hijo de Dios vivo ¿por qué no adorarte sobre todo y por qué tratarte como muerto? Si te proclamamos Salvador y Maestro del mundo, ¿por qué buscar nuestro bien y nuestra verdad fuera de Ti? Sí Corazón Santo, ¿por qué no te rendimos el nuestro pecador? Si Dios con nosotros y Eucaristía, ¿por qué abandonamos el Sagrario y dejamos a Dios con las telarañas y los ratones?
¡Qué razón tienes, Señor, para no dejar de preguntar: pero, por fin, ¿quién decís que soy Yo?!

Nosotros

Explicación del significado de la Medalla Milagrosa



La Medalla Milagrosa es uno de los sacramentales de la Iglesia. Es una representación física de una realidad espiritual. Desde su introducción, la Medalla Milagrosa ha sido reconocida por ser una poderosa fuente de atracción de las gracias de Dios sobre la humanidad, incluso en forma de milagros. Ayude a propagar esta maravillosa devoción usando la Medalla y compartiendo este artículo.

¿Qué es la Medalla Milagrosa?
La Medalla Milagrosa es un sacramental, un medio para disponer nuestras almas a recibir la gracia. Los dos efectos principales de un sacramental son: limpiar los pecados veniales disponiendo el corazón a sentir dolor por los pecados, y ser de ayuda para vencer las tentaciones. Un sacramental no es un amuleto de la buena suerte ni una especie de pase gratuito al cielo. Es, más bien, un vínculo entre el cielo y la tierra, una manifestación física de la realidad espiritual del amor que Dios nos tiene y de la intercesión de su Madre Bendita. Al igual que un relicario que contiene una foto de nuestra madre, la Medalla Milagrosa nos recuerda a la Virgen María, y nos ayuda a llamarla y a hablar con ella cuando estamos en problemas. Dios quiere que usemos los sacramentales para recordarnos las realidades espirituales, y concede su gracia de manera especial a aquellos que los usen de este modo.

¿Cuál es el significado de la Medalla?

domingo, 26 de noviembre de 2017

Fragmentos de Verdad Católica (1) - ¿Por qué es necesario anunciar a Jesucristo? -Mons. Raffaello Martinelli

¿POR QUÉ ES NECESARIO ANUNCIAR A JESUCRISTO?
Es necesario anunciar a Jesucristo por numerosos y complementarios motivos. Lo requieren: Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, el Evangelio, la persona humana, el cristiano, la Iglesia, la sociedad actual.


DIOS-PADRE quiere que el anuncio de su hijo Jesucristo sea realizado a todos.

¿Por qué motivo?
Porque Dios “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (1 Tim 2,4).
Por eso:
- Él envía a Su Hijo Jesucristo, que es Su Palabra definitiva y perfecta, y nuestro Salvador;
- y dona el Espíritu Santo, gracias al cual creemos en Cristo e invocamos a Dios como Padre.
¿En qué modo dios quiere hacer conocer su hijo a todos los hombres?

Solemnidad de Nuestros Señor Jesucristo Rey del Universo - Himnos, oraciones y textos de la liturgia



Himnos

Oficio de lectura

Porque eres Hijo de Dios
y eres hijo de María,
porque eres Palabra eterna
de humana carne vestida,
porque eres el Primogénito,
del Padre la imagen viva,
eres Rey de cielo y tierra,
y ante ti todo se inclina.

Cuando el pecado
pobló de cardos y ortigas
esta tierra que tu amor
había poblado de risas,
tomaste nuestra miseria
y tomaste nuestra vida;
te hiciste pecado amargo,
te hiciste dolor y espina.

Toma en tus manos ahora
esta creación enemiga,
y devuélvenos al Padre,
criaturas buenas y limpias;
toda criatura es tu reino
por origen y conquista,
y por ello te adoramos,
camino, verdad y vida. Amén.

Laudes

sábado, 25 de noviembre de 2017

VIVA CRISTO REY - Coral do Seminário Maria Mater Ecclesiae do Brasil


Viva Cristo Rey

Un grito de guerra se escucha
en la faz de la tierra y en todo lugar
los prestos guerreros empuñan su espada
y se enlistan para pelear
para eso han sido entrenados
defenderán la verdad
y no les será arrebatado
el fuego que en su sangre está.

CORO:

Viva Cristo Rey viva Cristo Rey
el grito de guerra que enciende la tierra
viva Cristo Rey, nuestro soberano Señor
nuestro capitán y campeón, pelear por Él
esto todo un honor. 

Cosas católicas 6 - ¿Por qué sufro?



Valor redentor del sufrimiento - El ejemplo de Job -  Sacrificio - Espiritualidad - Providencia

viernes, 24 de noviembre de 2017

Jesucristo Rey del Universo (ciclo a) Guión litúrgico



ENTRADA:
Hermanos: Hoy concluimos el año litúrgico con esta gran Solemnidad en honor de Jesucristo, Rey del Universo. Cristo es el centro de la historia y hacia Él nos encaminamos. Él nos convoca, nos habla y nos hace partícipes de su banquete para santificar nuestra vida. Para iniciar la Santa Misa nos ponemos de pie y cantamos…

Jesucristo Rey del Universo (ciclo a) Catena Aurea



Mateo 25, 31-46
"Y cuando viniere el Hijo del hombre en su majestad, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su majestad: Y serán ayuntadas ante él todas las gentes y apartará los unos de los otros, como el pastor aparta las ovejas de los cabritos: Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda. Entonces dirá el Rey a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino que os está preparado desde el establecimiento del mundo: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era huésped, y me hospedasteis; desnudo, y me cubristeis; era enfermo, y me visitasteis; estaba en la cárcel, y me vinisteis a ver. Entonces le responderán los justos, y dirán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos huésped y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te fuimos a ver? Y respondiendo el Rey les dirá: En verdad os digo, que cuando lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, que está aparejado para el diablo y para sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber. Era huésped y no me hospedasteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o huésped, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: En verdad os digo, que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, ni a mí lo hicisteis".  
"E irán éstos al suplicio eterno y los justos a la vida eterna". 

Rábano
Después de las parábolas sobre el fin del mundo expone el Señor el modo cómo será juzgado. 

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 79,1
Escuchemos esta parte sublime del discurso con la mayor compunción, grabándola profundamente en nuestra alma, pues es el mismo Jesucristo quien lo profiere del modo más terrible y claro. No dice como en las parábolas anteriores: el reino de los cielos es semejante, sino que manifestándose y revelando su propia persona dice: "Cuando viniere el Hijo del hombre en su majestad". 

San Jerónimo
El que, dos días después había de celebrar la Pascua y ser entregado al escarnio de los hombres y a la muerte de cruz, oportunamente promete el triunfo de su resurrección, para compensar el escándalo con la promesa del premio. Y es de notar que quien ha de ser visto con majestad es el Hijo del hombre. 

San Agustín, in Ioannem, 21
En forma humana, pues, le verán los impíos y los justos; porque en el juicio aparecerá con la misma forma que tomó de nosotros; pero después será visto en la forma divina que todos los fieles ansían.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Beato Miguel Pro - Breve biografía y galería fotográfica de su martirio y funeral



Infancia y Seminario

José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez, nació el 13 de enero de 1891 en la población minera de Guadalupe, Zacatecas, a las 2:15 de la tarde, y fue bautizado el día 16. Fue el tercero de 11 hermanos. Su padre se llamaba Miguel, y su madre Josefa, ambos muy buenos cristianos.

A fines de 1891 pasó la familia a la Ciudad de México, y en 1896 a Monterrey. En 1898 se trasladó a Concepción del Oro, Zacatecas. Cuando llegaba el día de la raya de los mineros, iban a cobrar a casa de los Pro y Miguelito les decía:

“¡Adelante muchachos! ¡Yo también soy barretero!” (es decir, minero). Los barreteros lo levantaban a hombros y le gritaban vivas.

En agosto de 1911 soporta como muchos jóvenes de su edad las crisis de noviazgos y mal carácter, y después de unos Ejercicios Espirituales, siente el acicate de la vocación religiosa. Madura lentamente su decisión con altibajos de fervor y tibieza ayudado por la Madre Julia Navarrete y por el Padre Alberto Mir, S.J.

Siguiendo el ejemplo de sus dos hermanas mayores, ya religiosas, decide ingresar al Noviciado de la Compañía de Jesús en El Llano, Michoacán, el 10 de agosto de 1911 a la edad de 20 años.

El joven Miguel expresaba su emoción al sentir el llamado de Dios:

La Dominus Iesus y las religiones - Card. Angelo Amato S.D.B.

La «Dominus Iesus» y las Religiones
Card. Angelo Amato S.D.B.
  
Artículo aparecido originalmente
en la edición italiana de “L’Osservatore Romano” 
en el año 2008.
  
Introducción del año Académico 2007-2008 
del Instituto Teológico de Asís
cuyo título fue “La Dominus Iesus y las Religiones”.
Pronunciada el 23 de Noviembre del 2007 por el entonces
Monseñor Angelo Amato S.D.B.
Arzobispo Secretario de la 
Congregación para la Doctrina de la Fe
hoy Cardenal y Prefecto de la Congregación 
para las Causas de los Santos


  
Introducción

En 1990 el Siervo de Dios Juan Pablo II, en su Encíclica misionera «Redemptoris missio», afirmaba que la misión de Cristo redentor confiada a la Iglesia estaba bastante lejos de su realización y que, más bien, se encontraba todavía en sus inicios.
     
Asimismo, recordando las palabras de San Pablo —«Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!» (1 Corintios 9, 16)— había destacado que, en sus numerosos viajes hasta los extremos confines de la tierra, el contacto directo con los pueblos que ignoran a Cristo lo habían siempre convencido de la urgencia de la misión, que pertenece a la identidad profunda de la Iglesia, fundada dinámicamente en la misma misión trinitaria. Finalmente, considerando que la fe se fortalece donándola, consideraba la misión como el primer servicio que la Iglesia podía ofrecer a cada hombre y a la humanidad toda, desde el momento en que el anuncio de la redención obrada por Cristo mediante la cruz había dado de nuevo al hombre la dignidad y el verdadero sentido de su existencia en el mundo.
     
      
La «missio ad gentes»
     
Sin embargo, el Pontífice no podía ocultar «una tendencia negativa», a saber, que la misión específica «ad gentes» parecía en fase de disminución: «Dificultades internas y externas han debilitado el impulso misionero de la Iglesia hacia los no cristianos, lo cual es un hecho que debe preocupar a todos los creyentes en Cristo» («Redemptoris missio», 2).
     
Para hacer frente a esta preocupación, él proponía de nuevo en los primeros capítulos de la encíclica tres sólidos pilares doctrinales: 

1. el anuncio de Jesucristo como único salvador de toda la humanidad, y de su Iglesia como signo e instrumento de salvación; 

2. el cumplimiento y la realización del Reino de Dios en Cristo resucitado; 

3. la presencia del Espíritu de Jesucristo como protagonista de la misión.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Origen del grito "Viva Cristo Rey" - Padre Jorge López Teulón



Conferencia del
Padre Jorge López Teulón
sobre el origen del grito "Viva Cristo Rey"
Barcelona - 8 de Noviembre de 2016

Cristo Rey - Que viva mi Cristo, que viva mi Rey - Canción Católica




Que viva mi Cristo

Que viva mi Cristo que viva mi rey
Que impere doquiera triunfante su ley
Que impere doquiera triunfante su ley
Viva Cristo Rey. Viva Cristo Rey.

Los contenidos eclesiológicos de la Declaración Dominus Iesus - Mons. Fernando Ocáriz Braña

Presentación general de
los contenidos eclesiológicos
de la Declaración Dominus Iesus

Por Mons. Fernando Ocáriz Braña
el Realizada en el año 2000
Siendo entonces consultor de la
Congregación para la Doctrina de la Fe

  
Los capítulos IV, V y VI de la Declaracion DominusIesus abordan las consecuencias eclesiológicas de la doctrina contenida en los capítulos precedentes. Queda afirmada ante todo la existencia de una única Iglesia, en correspondencia a la unicidad y universalidad de la mediación salvífica de Jesucristo (cfr. n. 16). Tal correspondencia está fundada en la voluntad del Señor, que no estableció la Iglesia como una simple comunidad de discípulos, sino también como misterio salvífico. La Iglesia es, efectivamente, la presencia del mismo Cristo que actúa en la Historia la salvación, en los discípulos y a través de los discípulos. Así pues, del mismo modo que hay un solo Cristo, hay una sola Iglesia: una sola Cabeza, un solo Cuerpo.
A continuación la Declaración recoge otra importante enseñanza del Concilio Vaticano II y ofrece su precisa interpretación: la única Iglesia subsiste (subsistit) en la Iglesia católica presidida por el Sucesor de Pedro y por los otros obispos. El Vaticano II quiere decir, con esta afirmación, que la única Iglesia de Jesucristo continúa existiendo a pesar de las divisiones entre los cristianos; y, más precisamente todavía, que sólo en la Iglesia católica subsiste la Iglesia de Cristo en toda su plenitud, mientras que fuera de su estructura visible existen elementos de santificación y de verdad propios de la misma Iglesia (cf. n. 17). Llegados a este punto, el texto de la Dominus Iesus recuerda que, algunas comunidades cristianas no católicas, conservan entre esos elementos de santificación y de verdad, el Episcopado válido y la Eucaristía válida y, por eso, son Iglesias particulares, es decir, porciones del único pueblo de Dios en las cuales está presente y actúa la Iglesia una, santa, católica y apostólica(Concilio Vaticano II, Decreto Christus Dominus, 11), como es el caso de las Iglesias ortodoxas. Así pues, existe una sola Iglesia (que subsiste en la Iglesia católica), y al mismo tiempo existen verdaderas Iglesias particulares no católicas. No se trata de una paradoja: existe una sola Iglesia de la que son porciones todas las Iglesias particulares, aunque en algunas de éstas (las no católicas) no exista la plenitud eclesial, en cuanto que su unión con el todo no es perfecta, por la falta de plena comunión con aquel que, según la voluntad del Señor, es principio y fundamento de la unidad del episcopado y de la Iglesia entera (el Obispo de Roma, Sucesor de Pedro: cf. Lumen gentium, 23).

Vistas de página en total

contador

Free counters!