domingo, 31 de marzo de 2013

Domingo de Pascua - Guión Litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: Hoy es un día de enorme alegría ¡Cristo ha resucitado!. La Pascua es la fiesta de Cristo vivo, porque la muerte ha sido vencida. Con su Resurrección, ha dado un nuevo horizonte a nuestra vida y nos ha hecho resucitar también a nosotros para vivir la gracia de los hijos de Dios. Nos ponemos de pie y cantamos en...

sábado, 30 de marzo de 2013

Vigilia Pascual - Guión Litúrgico


AMBIENTACION:  (Alrededor de 3 (tres) minutos antes de que los celebrantes se ubiquen en el atrio)

Hermanos: Esta es la noche más santa, en la que celebramos el núcleo de nuestra fe. La fiesta por excelencia y la solemnidad más importante del año litúrgico, porque hoy toda la Iglesia festeja la Resurrección de Nuestro Señor y nuestra propia resurrección.
Es la noche en que los hijos de Israel comían el cordero pascual en recordación del paso del pueblo judío a través del Mar Rojo.
Es la noche en que Jesús rompió los lazos de la muerte para la salvación del mundo.
En la primera parte de esta Vigilia, a la que llamamos Liturgia de la Luz, el rito recuerda a Cristo resucitado, Luz de las naciones.
Primero encenderemos el fuego nuevo que será bendecido por el sacerdote.
Luego, se grabará el año presente en el Cirio Pascual como símbolo de Cristo como Rey del tiempo y de la eternidad.
Posteriormente el cirio se decorará con cinco granos de incienso que representan las cinco llagas de Cristo.
Por último, el cirio será encendido con el fuego nuevo ya bendecido, para que Cristo resucitado, Luz del mundo, ilumine las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.
Iluminados por esa Luz, vamos a escuchar –en la Liturgia de la Palabra- la Palabra de Dios, recordando todo lo que él hizo por nosotros, desde la creación hasta la primera venida de su Hijo para nuestra salvación.
Poco después, en la Liturgia Bautismal, el agua nueva recién bendecida rociará nuestras cabezas, para simbolizar nuestro resurgir con Cristo a la vida nueva, renovando nuestras promesas bautismales, según nos hemos ido preparando durante toda esta Cuaresma.
Finalmente, celebraremos la Liturgia de la Eucaristía, en la que Jesús se nos ofrece bajo las formas de pan y vino, para darnos su vida en abundancia.
Nos ponemos de pie y permanecemos en absoluto silencio.

viernes, 29 de marzo de 2013

Viernes Santo - Guión Litúrgico


ENTRADA: (Cuando los sacerdotes se dirigen hacia el atrio para iniciar la celebración.)

Hermanos: Nos hemos reunido en este Viernes Santo en el silencio y la oración, para conmemorar la muerte gloriosa de Jesús en la cruz. El amor de Dios no puede llegar a más. El pecado del hombre tampoco. Hoy nuestros pensamientos deben estar fijos en Cristo crucificado. Ante él, ante su entrega total, estamos aquí movidos por la fe, la admiración y el amor, para expresarle nuestro agradecimiento, porque él nos amó hasta el fin y nos redimió desde la cruz, de la muerte y el pecado. En profundo silencio, pongámonos de pie para recibir a los celebrantes.

jueves, 28 de marzo de 2013

Jueves Santo - Guión Litúrgico


ENTRADA: (Cuando los sacerdotes se dirigen hacia el atrio para iniciar la celebración.)

Hermanos: La Iglesia comienza el Sacrosanto Triduo Pascual evocando aquella Última Cena, en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también los ofrecieran.
          Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan y celebran en esta santa Misa: es decir, la institución tanto del Santísimo Sacramento de la Eucaristía como del Sacerdocio, y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna.
          Como los Apóstoles en aquella noche, también nosotros nos reunimos junto a la Mesa que Jesús preside. Abramos nuestro corazón dispongámonos a participar en los sagrados misterios de nuestra salvación, poniéndonos de pie y cantando .....

miércoles, 27 de marzo de 2013

Miércoles Santo - Guión Litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: En cada Eucaristía se actualiza sacramentalmente el sacrificio de la cruz. Próximos a iniciar el sagrado triduo pascual, participamos de esta Santa Misa para que ella nos disponga a recibir la gracia que Dios en su Providencia amorosa tiene destinada para nosotros. Nos ponemos de pie y cantamos....

INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS:
La Palabra del Dios nos invita a cambiar nuestras traiciones por fidelidad al Señor. Recibámosla con verdadero espíritu de conversión.

martes, 26 de marzo de 2013

Martes Santo - Guión litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: Sigamos al Divino Maestro en su camino al calvario cargando con nuestra propia cruz. Que la cruz no nos asuste. Y si Dios, por amor sufrió tanto dolor, que nuestra propia cruz sea ofrecida al Padre con amor. Nos disponemos a celebrar la Santa Misa poniéndonos de pie y cantando...

INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS:
Llegó la hora de la traición. Jesús está conmovido en su espíritu. Él sabe quién lo va a delatar y prepara su despedida. Escuchemos atentamente la Palabra del Señor..

lunes, 25 de marzo de 2013

Lunes Santo - Guión Litúrgico


ENTRADA:
Hermanos: Amar a Dios es complacerle, sabiendo que Dios tendrá cuidado de nosotros más de lo que se puede decir o imaginar. Con esta convicción, nos ponemos de pie para dar comienzo a la Santa Misa cantando...

INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS:
Jesús es el Elegido. Él es nuestra guía y nuestro escudo. Nuestra luz y nuestra salvación. Él nos enseña a amar a los pobres. Recibamos atentamente la Palabra del Señor…

La elección del Papa Francisco vista por el Card. Cañizares

En los umbrales mismos de la Semana Santa ha sido elegido y ha iniciado su pontificado el Papa Francisco. Todo un signo.Todo ha sido providencial y cargado de signos en la sucesión de Benedicto XVI: se inició el Cónclave el día 12, aniversario de la canonización de Santa Teresa de Jesús, de San Ignacio de Loyola, de San Francisco Javier, de San Isidro Labrador y de San Felipe Neri: santos de la renovación interna de la Iglesia, de la reforma verdadera obra del Espíritu, santos de la humildad, de la oración como camino de perfección, de la contemplación de Jesucristo, evangelizadores en su tiempo y cuando se siguen sus enseñanzas, edificadores de la Iglesia que Jesucristo guía, incansables trabajadores del Evangelio, desde la sencillez y buscando, por encima de todo, la gloria de Dios, testigos de que sólo Dios basta; tres de ellos, reformadores de la vida consagrada conforme a lo que Dios quiere y los tiempos nuevos requerían... El Papa Francisco fue elegido un día 13, que evoca las apariciones de la Virgen de Fátima (Benedicto XVI anunció su renuncia el día de la conmemoración de la aparición de la Virgen Inmaculada en Lourdes, y este Papa, por añadidura, es profundamente mariano), y, además, no estaba entre los nombres que se señalaban como más firmes candidatos en los medios de comunicación social ni entraba en los cálculos humanos, ni de dentro ni de fuera.

Viva el Papa - P. Santiago Martín

Voy de sorpresa en sorpresa con el Papa Francisco. Estaba allí, en la plaza de San Pedro, cuando la fumata nos dio la alegría de ser de un blanco inconfundible y luego cuando el cardenal Tauran nos anunció la "gaudium magnum". Hasta aquí, nada en especial aunque sí muy emotivo. La sorpresa vino luego: el cardenal Bergoglio, rompiendo todas las quinielas, había sido elegido Papa. Con 76 años, fuera de todos los pronósticos, aquel que fuera el principal rival de Ratzinger en el cónclave anterior, estaba ahora al frente de la Iglesia. Y, enseguida, la segunda sorpresa: era jesuita pero escogía para sí mismo el nombre de San Francisco de Asís, rompiendo otra secular tradición: la enemistad entre jesuitas y franciscanos. Y otra sorpresa: empezó poniéndonos a rezar a todos y a hacerlo por su predecesor, el Papa emérito Benedicto XVI. Y otra sorpresa: antes de bendecir al pueblo de Dios, le pidió a éste que le bendijera a él con su oración.

sábado, 23 de marzo de 2013

Domingo de Ramos - Benedicto XVI (Ev. San Marcos)

CELEBRACIÓN DEL
DOMINGO DE RAMOS
Y DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
HOMILÍA DEL
SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
Domingo 1 de abril de 2012

          ¡Queridos hermanos y hermanas!
          El Domingo de Ramos es el gran pórtico que nos lleva a la Semana Santa, la semana en la que el Señor Jesús se dirige hacia la culminación de su vida terrena. Él va a Jerusalén para cumplir las Escrituras y para ser colgado en la cruz, el trono desde el cual reinará por los siglos, atrayendo a sí a la humanidad de todos los tiempos y ofrecer a todos el don de la redención. Sabemos por los evangelios que Jesús se había encaminado hacia Jerusalén con los doce, y que poco a poco se había ido sumando a ellos una multitud creciente de peregrinos. San Marcos nos dice que ya al salir de Jericó había una «gran muchedumbre» que seguía a Jesús (cf. 10,46).
          En la última parte del trayecto se produce un acontecimiento particular, que aumenta la expectativa sobre lo que está por suceder y hace que la atención se centre todavía más en Jesús. A lo largo del camino, al salir de Jericó, está sentado un mendigo ciego, llamado Bartimeo. Apenas oye decir que Jesús de Nazaret está llegando, comienza a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí» (Mc 10,47). Tratan de acallarlo, pero en vano, hasta que Jesús lo manda llamar y le invita a acercarse. «¿Qué quieres que te haga?», le pregunta. Y él contesta: «Rabbuní, que vea» (v. 51). Jesús le dice: «Anda, tu fe te ha salvado». Bartimeo recobró la vista y se puso a seguir a Jesús en el camino (cf. v. 52). Y he aquí que, tras este signo prodigioso, acompañado por aquella invocación: «Hijo de David», un estremecimiento de esperanza atraviesa la multitud, suscitando en muchos una pregunta: ¿Este Jesús que marchaba delante de ellos a Jerusalén, no sería quizás el Mesías, el nuevo David? Y, con su ya inminente entrada en la ciudad santa, ¿no habría llegado tal vez el momento en el que Dios restauraría finalmente el reino de David?

Domingo de Ramos - San Ambrosio

1. Y aconteció que acercándose a Betfagé y Betania, en el monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos di­ciéndoles: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, que todavía no ha sido montado por nadie. Con justa razón el Señor, después de abandonar a los judíos para habitar en el corazón de los gentiles, sube al templo; en reali­dad, ése es el verdadero templo en el que se adora a Dios, no según la letra, sino según el espíritu (Jn 4, 24); éste es el templo de Dios al que El mismo puso como fundamento no piedras, sino la firmeza de la fe. Todo lo cual significa que quienes es­taban llenos de odio, son abandonados, mientras que son recogi­dos quienes estaban dispuestos para el amor.
2. Y así, subió al monte de los Olivos para plantar, con la virtud de lo alto, las jóvenes olivas (Sal 127, 3), cuya madre es la Jerusalén de lo alto (Ga 4, 26). Sobre este monte mora aquel celestial jardinero, con objeto de que todos los que están enrai­zados en la casa de Dios (Sal 91, 14), puedan decir con toda ra­zón: Yo soy como una oliva fructífera en la casa del Señor (Sal 51, 10). En ese monte puede verse también una figura de Cristo. Porque quién que no sea Él puede producir no ya tales olivas, plantadas bajo la abundancia de sus bayas, sino los frutos de esas naciones que se hacen fecundas por la plenitud del Espíritu? Él es ese camino por el que subimos y Él es también el monte al que subimos. Él es la puerta, Él es el camino, El quien es abierto y quien abre, El, en fin, donde llaman los que entran y al que adoran los perfectos.

Domingo de Ramos - Guión Litúrgico

ENTRADA: (Este guión se dice cuando el sacerdote se dirige en silencio hacia el fondo del templo para iniciar la celebración o al lugar asignado para hacer la bendición.)

Hermanos:  En este Domingo de Ramos de la Pasión del Señor, recordamos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, entre cantos de alegría, con palmas y ramos de olivo, como hoy traemos aquí.
La multitud que acompañaba a Jesús, desconocía el doloroso camino que allí se iniciaba, y así como lo aclamaba en este día, luego lo abandonaría en los días de la Pasión.
No repitamos nosotros la historia. Iniciemos nuestro camino para acompañar también a Jesús el Jueves y Viernes Santo y llegar con Él a la gloriosa Resurrección de la Pascua.

(Luego del “Oremos” que dice el sacerdote y antes que bendiga los ramos):
¡Levantemos bien altos los ramos, y con ellos nuestro corazón para acompañar a Jesús con fidelidad!!

Historico encuentro, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI: "Usted nos ha dado ejemplo de humildad y ternura"


          VATICANO, 23 Mar. 13 / 09:04 am (ACI/EWTN Noticias).- Alrededor del mediodía de hoy, el Papa Francisco visitó al Obispo emérito de Roma Benedicto XVI en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, una reunión calificada por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, como un “encuentro histórico”.
          Según explicó el P. Lombardi, en cuanto el Santo Padre llegó a Castel Gandolfo, Benedicto XVI “se le acercó y se produjo un abrazo conmovedor entre los dos”.
          Tras un recorrido en automóvil desde el helipuerto de Castel Gandolfo hasta la residencia pontificia, señaló Lombardi, en cuanto los dos protagonistas del encuentro llegaron “inmediatamente fueron a la capilla para un momento de oración”.
          En la capilla, Benedicto XVI le ofreció el lugar de honor al Papa Francisco, pero este respondió “somos hermanos”, y quiso que ambos se arrodillaran juntos en el mismo reclinatorio.

viernes, 22 de marzo de 2013

Hay otra pobreza, la pobreza espiritual de nuestros días, la dictadura del relativismo - Papa Francisco

AUDIENCIA AL CUERPO DIPLOMÁTICO
ACREDITADO ANTE LA SANTA SEDE
DISCURSO DEL
SANTO PADRE
FRANCISCO
Sala Regia
Viernes 22 de marzo de 2013
Excelencias,
Señoras y señores:
          Agradezco sinceramente a vuestro decano, el Embajador Jean-Claude Michel, las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos, y os acojo con gozo en este intercambio de saludos, simple pero intenso al mismo tiempo, que quiere ser idealmente el abrazo del Papa al mundo. En efecto, por vuestro medio encuentro a vuestros pueblos, y así puedo en cierto modo llegar a cada uno de vuestros conciudadanos, con todas sus alegrías, sus dramas, sus esperanzas, sus deseos.
          Vuestra numerosa presencia es también un signo de que las relaciones que vuestros países mantienen con la Santa Sede son beneficiosas, son verdaderamente una ocasión de bien para la humanidad. Efectivamente, esto es precisamente lo que preocupa a la Santa Sede: el bien de todo hombre en esta tierra. Y precisamente con esta idea comienza el Obispo de Roma su ministerio, sabiendo que puede contar con la amistad y el afecto de los Países que representáis, y con la certeza de que compartís este propósito. Al mismo tiempo, espero que sea también la ocasión para emprender un camino con los pocos Países que todavía no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, algunos de los cuales –se lo agradezco de corazón – han querido estar presentes en la Misa por el inicio de mi ministerio, o enviado mensajes como gesto de cercanía.
          Como sabéis, son varios los motivos por los que elegí mi nombre pensando en Francisco de Asís, una personalidad que es bien conocida más allá de los confines de Italia y de Europa, y también entre quienes no profesan la fe católica. Uno de los primeros es el amor que Francisco tenía por los pobres. ¡Cuántos pobres hay todavía en el mundo! Y ¡cuánto sufrimiento afrontan estas personas! Según el ejemplo de Francisco de Asís, la Iglesia ha tratado siempre de cuidar, proteger en todos los rincones de la Tierra a los que sufren por la indigencia, y creo que en muchos de vuestros Países podéis constatar la generosa obra de aquellos cristianos que se esfuerzan por ayudar a los enfermos, a los huérfanos, a quienes no tienen hogar y a todos los marginados, y que, de este modo, trabajan para construir una sociedad más humana y más justa.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Los símbolos que recibió Francisco explicados por Benedicto XVI

 
Francisco recibe el palio

El palio
          El primer signo es el palio, tejido de lana pura, que se me pone sobre los hombros. Este signo antiquísimo, que los Obispos de Roma llevan desde el siglo IV, puede ser considerado como una imagen del yugo de Cristo, que el Obispo de esta ciudad, el Siervo de los Siervos de Dios, toma sobre sus hombros. El yugo de Dios es la voluntad de Dios que nosotros acogemos. Y esta voluntad no es un peso exterior, que nos oprime y nos priva de la libertad. Conocer lo que Dios quiere, conocer cuál es la vía de la vida, era la alegría de Israel, su gran privilegio. Ésta es también nuestra alegría: la voluntad de Dios, en vez de alejarnos de nuestra propia identidad, nos purifica –quizás a veces de manera dolorosa– y nos hace volver de este modo a nosotros mismos. Y así, no servimos solamente Él, sino también a la salvación de todo el mundo, de toda la historia. En realidad, el simbolismo del Palio es más concreto aún: la lana de cordero representa la oveja perdida, enferma o débil, que el pastor lleva a cuestas para conducirla a las aguas de la vida. La parábola de la oveja perdida, que el pastor busca en el desierto, fue para los Padres de la Iglesia una imagen del misterio de Cristo y de la Iglesia.

Homilía del Papa Francisco en el inicio solemne de su pontificado

SANTA MISA
IMPOSICIÓN DEL PALIO
Y ENTREGA DEL ANILLO
DEL PESCADOR
EN EL SOLEMNE INICIO
 DEL MINISTERIO PETRINO
DEL OBISPO DE ROMA

HOMILÍA
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
Plaza de San Pedro
Martes 19 de marzo de 2013
Solemnidad de San José

          Queridos hermanos y hermanas
          Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.
          Saludo con afecto a los hermanos Cardenales y Obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.
          Hemos escuchado en el Evangelio que «José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: «Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo» (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).

domingo, 17 de marzo de 2013

Domingo V de cuaresma (ciclo c) - Catena Aurea

Juan 8, 1-11
Y se fue Jesús al monte del Olivar; y otro día, de mañana, volvió al templo, y vino a El todo el pueblo, y sentado los enseñaba. Y los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; la pusieron en medio, y le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido ahora sorprendida en adulterio; y Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas tales. ¿Pues tú qué dices?" Y esto se lo decían tentándole, para poderlo acusar. Mas Jesús, inclinado hacia abajo, escribía con el dedo en la tierra. Y como porfiasen en preguntarle, se enderezó, y les dijo: "El que entre vosotros esté sin pecado, tire contra ella la piedra el primero". E inclinándose de nuevo, continuaba escribiendo en la tierra. Ellos, cuando esto oyeron, se salieron los unos en pos de los otros, y los más ancianos los primeros. Y quedó Jesús sólo, y la mujer que estaba en pie en medio. Y enderezándose Jesús, le dijo: "Mujer, ¿en dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?" Y dijo ella: "Ninguno, Señor"; y dijo Jesús: "Ni yo tampoco te condenaré: Vete, y no peques más".

Alcuino
El Señor tenía la costumbre, especialmente poco antes de su pasión, de predicar la palabra de Dios durante el día en el templo que había en Jerusalén, acompañando su predicación con señales y milagros. Y cuando llegaba la tarde se volvía a Betania, hospedándose en la casa de Lázaro y sus hermanas, de donde volvía a la mañana siguiente a la misma actividad. Y como hubiese estado el último día de la scenopegia ocupado en la predicación, a la tarde se marchó al monte de los Olivos. Y esto es lo que dice: "Y Jesús se fue al monte del Olivar", etc.

San Agustín, in Joannem, tract. 33
Y ¿en dónde debía predicar Jesús sino en el monte de los Olivos, en el monte del ungüento, monte del crisma? El nombre Cristo quiere decir crisma; y crisma en griego quiere decir unción. Y en verdad que nos ungió, porque nos puso en condiciones de pelear contra el diablo.

sábado, 16 de marzo de 2013

Domingo V de cuaresma (ciclo c) - Benedicto XVI


VISITA PASTORAL
A LA PARROQUIA ROMANA
DE
SANTA FELICIDAD
E HIJOS, MÁRTIRES
De la Homilía del
SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
Domingo 25 de marzo de 2007

          Aquí, como en otras partes, ciertamente no faltan situaciones problemáticas, tanto en el campo material como en el moral, situaciones que requieren de vosotros, queridos amigos, un compromiso constante de testimoniar que el amor de Dios, que se manifestó plenamente en Cristo crucificado y resucitado, abraza de modo concreto a todos, sin distinción de raza y cultura. Esta es, en el fondo, la misión de toda comunidad  parroquial, llamada a anunciar el Evangelio y a ser lugar de acogida y de escucha, de formación y de comunión fraterna, de diálogo y de perdón.
          ¿Cómo puede mantenerse fiel a este mandato una comunidad cristiana? ¿Cómo puede llegar a ser cada vez más una familia de hermanos animados por el Amor? La palabra de Dios que acabamos de escuchar, y que resuena con singular elocuencia en nuestro corazón durante este tiempo cuaresmal, nos recuerda que nuestra peregrinación terrena está llena de dificultades y pruebas, como el camino del pueblo elegido a lo largo del desierto antes de llegar a la tierra prometida. Pero, como asegura Isaías en la primera lectura, la intervención divina puede facilitarlo, transformando el páramo en un país confortable y rico en aguas (cf. Is 43, 19-20).
          El salmo responsorial se hace eco del profeta:  a la vez que recuerda la alegría del regreso del exilio babilónico, invoca al Señor para que intervenga en favor de los "cautivos", que al ir van llorando, pero vuelven llenos de júbilo, porque Dios está presente y, como en el pasado, hará también en el futuro "grandes hazañas en favor nuestro".

Domingo V de cuaresma (ciclo c) - San Agustín

La mujer adúltera

          De allí se marchó Jesús al monte, pero al monte de los Olivos, monte fructuoso, monte del ungüento, monte del crisma. ¿Dónde era conveniente que enseñase Cristo sino en el monte de los Olivos? El nombre de Cristo viene de la palabra griega Xrisma, que es unción en latín. Nos ungió precisamente porque nos habilitó para luchar con­tra el diablo. Y de mañana volvió otra vez al templo, y todo el pueblo vino a Él, y, sentado, les enseñaba. Y nadie le prendía, porque todavía no se dignaba padecer.
          Atended ya ahora en que pusieron a prueba sus enemigos la mansedumbre del Señor. Le llevan los escribas y fariseos una mujer sorprendida en adulterio y la colocan en medio y le dicen: Maestro, esta mujer acaba de ser co­gida en adulterio, y Moisés nos manda en la ley apedrear a esta clase de mujeres; tú ¿qué dices? Esto se lo decían tentándole, con el fin de poderle acusar. Pero ¿de qué po­dían acusarle? ¿Es que le habían sorprendido por ventura en algún crimen o es que aquella mujer era considerada como si estuviera de algún modo en relación con El? ¿Qué significa, pues: Tentándole, para tener de qué acusarle?

Domingo V de cuaresma (ciclo c) Guión litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: Dios en su misericordia, más allá de nuestra condición de pecadores, nos permite participar de su glorificación que se le brinda a través del Santo Sacrificio de la Misa. Para dar comienzo a la celebración de la Eucaristía, nos ponemos de pie y cantamos...

INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS:
La palabra de Dios nos invita a una conversión que disponga nuestros corazones para ser transformados por la Gracia Divina. Recibámosla con fe.

jueves, 14 de marzo de 2013

Las primeras palabras y la primera bendición del Papa Francisco


Bendición Urbi et Orbi:
Hermanos y hermanas, buenas tardes.
Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja.
(Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre).
Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan hermosa. Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, os pido un favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis para el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí....

miércoles, 13 de marzo de 2013

Los cónclaves del S. XVIII al S. XXI ¿Cuánto duraron? ¿Cúantos Cardenales participaron?

LOS CÓNCLAVES DE LOS ÚLTIMOS SIGLOS

          Ciudad del Vaticano, 11 marzo 2013 (VIS).-Publicamos a continuación una cronología, facilitada por Radio Vaticano, de los cónclaves de los últimos siglos con algunos hechos curiosos que tuvieron lugar durante su desarrollo.
          El cónclave más largo de la historia moderna fue en 1740 para la elección de Benedicto XIV; duró del 18 de febrero al 17 de agosto, 181 días; los electores eran 51 y 4 murieron durante el cónclave.
          En 1758 el cónclave para la elección de Clemente XIII duró del 15 de mayo al 6 de julio (53 días). Entraron 45 cardenales electores, pero en la votación final estuvieron presentes solamente 44.
          La elección de Clemente XIV en el cónclave de 1769, duró 94 días, del 15 de febrero al 19 de mayo y los electores fueron 46.
          El Papa Pío VI fue elegido en un cónclave que se desarrolló del 5 de octubre de 1774 al 15 de febrero de 1775 (133 días). Los cardenales electores eran 44, pero dos de ellos murieron durante el cónclave.
          La elección de Pío VII tuvo lugar en Venecia ya que Roma estaba ocupada por las tropas napoleónicas. El cónclave duró del 1 de diciembre de 1799 al 14 de marzo de 1800 (105 días). Fue el último cónclave fuera de Roma y en el participaron 34 electores.

martes, 12 de marzo de 2013

Oración al Espíritu Santo "Adsumus" - San Isidoro de Sevilla

ORACIÓN “ADSUMUS”
San Isidoro de Sevilla

Aquí estamos, Señor Espíritu Santo.
Aquí estamos, frenados por la inercia del pecado,
pero reunidos especialmente en tu Nombre.
Ven a nosotros y permanece con nosotros.
Dígnate penetrar en nuestro interior.
Enséñanos lo que hemos de hacer,
por dónde debemos caminar,
y muéstranos lo que debemos practicar
para que, con Tu ayuda, sepamos agradarte en todo.

lunes, 11 de marzo de 2013

Reflexiones sobre el cónclave - Mons. Sanz Montes

Los diversos Cónclaves
Carta Semanal del
Arzobispo de Oviedo
10 de marzo 2013
No se han hecho foto oficial de campaña ni ponen carteles en paredes y farolas. No llevan programa electoral ni arengan en mítines al uso. No jalean a sus votantes prometiéndoles prebendas tras la victoria. Tampoco zahieren a sus presuntos rivales para manchar su carrera. No prometen oros ni moros, pero se comprometen bajo juramento a la discreción absoluta en este proceso que les mete en el Cónclave. Esta manera de elegir a un nuevo Papa, resulta extraña para quienes la observan y manipulan, queriendo homologarla a los usos y costumbres de sus modos y sus jergas.
En estos días, estamos asistiendo a dos procesos electivos del sucesor número 266 del Apóstol Pedro. Por un lado están las elucubraciones que con variopinto interés o inconfesables motivos, se empeñan en dirigir su particular Cónclave en clave política, sociológica, moralista, desmitificadora. A algunos creadores de opinión se les antoja ocasión propicia para su batalla singular contra una Iglesia que no aceptan ni entienden, que no logran domesticar ni que vaya tras ellos como los ratones de Hamelin el flautista. Ellos hacen los carteles de quita y pon, ellos suben al podio de sus celebridades o arrojan a los avernos de sus insidias a los candidatos que usan y luego tiran. Son ellos quienes sondean la cuestión, nos cuentan los secretos que les han desvelado siempre fuentes anónimas bien informadas, y cuál es el currículum completo de los que están en sus censuras o en sus lanzaderas.

sábado, 9 de marzo de 2013

Domingo IV de cuaresma (ciclo c) Catena Aurea

Lucas 15,1-3.11-32
          Y se acercaban a El los publicanos y pecadores para oírle. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: "Este recibe pecadores, y come con ellos". Y les propuso esta parábola diciendo:
          Mas dijo: "Un hombre tuvo dos hijos. Y dijo el menor de ellos a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me toca. Y él les repartió la hacienda. Y no muchos días después, juntando todo lo suyo el hijo menor se fue lejos a un país muy distante, y allí malrotó todo su haber, viviendo disolutamente. Y cuando todo lo hubo gastado, vino una grande hambre en aquella tierra, y él comenzó a padecer necesidad. Y fue, y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra. El cual lo envió a su cortijo a guardar puercos. Y deseaba henchir su vientre de las mondaduras que los puercos comían y ninguno se las daba".
          "Mas volviendo sobre sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen el pan de sobra, y yo me estoy aquí muriendo de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, pequé contra el cielo y delante de ti; yo no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose se fue para su padre. Y como aun estuviese lejos, le vio su padre, y se movió a misericordia; y corriendo a él le echó los brazos al cuello y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti, ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Mas el padre dijo a sus criados: Traed aquí prontamente la ropa primera, y vestidle, y ponedle anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed un ternero cebado y matadlo, y comamos y celebremos un banquete. Porque éste mi hijo era muerto, y ha revivido; se había perdido, y ha sido hallado. Y comenzaron a celebrar el banquete".
          "Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó la sinfonía y el coro. Y llamando a uno de los criados le preguntó qué era aquello. Y éste le dijo: Tu hermano ha venido y tu padre ha hecho matar un ternero cebado, porque le ha recobrado salvo. El entonces se indignó y no quería entrar; mas saliendo el padre, comenzó a rogarle. Y él respondió a su padre y dijo: He aquí tantos años ha que te sirvo, y nunca he traspasado tus mandamientos, y nunca me has dado un cabrito para comerle alegremente con mis amigos. Mas cuando vino éste tu hijo, que ha gastado tu hacienda con rameras, le has hecho matar un ternero cebado. Entonces el padre le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todos mis bienes son tuyos. Pero razón era celebrar un banquete y regocijarnos, porque éste tu hermano era muerto, y revivió; se había perdido, y ha sido hallado".

San Ambrosio
Puede aprenderse en lo dicho hasta el momento que no debemos preocuparnos de las cosas de la tierra, ni preferir lo caduco a lo imperecedero. Pero como la fragilidad humana no puede tener un instante firme mientras viva en este mundo impúdico, este buen médico nos ha proporcionado remedios contra el error. Y como Juez misericordioso, no nos niega la esperanza del perdón. Por esto sigue: "Y se acercaban a El los publicanos", etc.

Glosa
Esto es, los que exigen tributos públicos, o los arriendan y los que procuran obtener ganancias por medio de los negocios.

Teofilacto
Esto lo consentía, porque con este fin había tomado nuestra carne, acogiendo a los pecadores como el médico a los enfermos. Pero los fariseos verdaderamente criminales correspondían a esta bondad con murmuraciones. Por lo cual sigue: "Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este recibe", etc.

Domingo IV de cuaresma (ciclo c) Benedicto XVI

MISA EN LA CAPILLA
DEL CENTRO PENITENCIARIO
PARA MENORES
DE CASAL DEL MARMO
HOMILÍA DEL
SANTO
PADRE BENEDICTO XVI

Roma, domingo 18 de marzo de 2007

          Queridos hermanos y hermanas;
          queridos muchachos y muchachas:
 
          He venido de buen grado a visitaros, y el momento más importante de nuestro encuentro es la santa misa, en la que se renueva el don del amor de Dios:  amor que nos consuela y da paz, especialmente en los momentos difíciles de la vida. En este clima de oración quisiera dirigiros mi saludo a cada uno de vosotros: al ministro de Justicia, honorable Clemente Mastella, al que expreso en especial mi agradecimiento; al jefe del Departamento de justicia para menores, señora Melita Cavallo; a las demás autoridades que han participado; a los responsables, a los agentes, a los educadores y al personal de este establecimiento penal para menores, a los voluntarios, a los familiares y a todos los presentes. Saludo al cardenal vicario y al obispo auxiliar, monseñor Benedetto Tuzia. De modo especial, saludo a monseñor Giorgio Caniato, inspector general de los capellanes de los Institutos de prevención y pena, y a vuestro capellán, a quienes doy las gracias por haberse hecho intérpretes de vuestros sentimientos al inicio de la santa misa.
          En la celebración eucarística es Cristo mismo quien se hace presente en medio de nosotros; más aún, viene a iluminarnos con su enseñanza, en la liturgia de la Palabra, y a alimentarnos con su Cuerpo y su Sangre, en la liturgia eucarística y en la Comunión. De este modo viene a enseñarnos a amar, viene a capacitarnos para amar y, así, para vivir. Pero, tal vez digáis, ¡cuán difícil es amar en serio, vivir bien! ¿Cuál es el secreto del amor, el secreto de la vida? Volvamos al evangelio. En este evangelio aparecen tres personas:  el padre y sus dos hijos. Pero detrás de las personas hay dos proyectos de vida bastante diversos. Ambos hijos viven en paz, son agricultores muy ricos; por tanto, tienen con qué vivir, venden bien sus productos, su vida parece buena.

Domingo IV de cuaresma (ciclo c) Juan Pablo II (2)

 DE LA HOMILÍA
DEL SANTO PADRE
JUAN PABLO II
Domingo 16 de marzo de 1980

          2. Hoy, IV domingo de Cuaresma, la Iglesia, mediante la liturgia, quiere dirigirnos una llamada firme a la reconciliación con Dios. El Evangelio nos la presenta , como actitud fundamental, como contenido primario de nuestra vida de fe. En este tiempo especial para el espíritu, como es el cuaresmal, la invitación a la reconciliación debe resonar con fuerza particular en nuestros corazones y en nuestras conciencias. Si somos verdaderamente discípulos y confesores de Cristo, que ha reconciliado al hombre con Dios, no podemos vivir sin buscar, por nuestra parte, esta reconciliación interior. No podemos permanecer en el pecado y no esforzarnos para encontrar el camino que lleva a la casa del Padre, que siempre está esperando nuestro retorno.
          En el curso de la Cuaresma, la Iglesia nos llama a la búsqueda de este camino: "Por Cristo os rogamos: reconciliaos con Dios" (2 Cor 5, 20). Sólo reconciliándonos con Dios en nombre de Cristo, podemos gustar "qué bueno es el Señor" (Sal 33 [34], 9), comprobándolo, por decirlo así, experimentalmente.

Domingo IV de cuaresma (ciclo c) - Juan Pablo II

De la Carta Encíclica
Dives in Misericordia
IV. LA PARÁBOLA
DEL HIJO PRODIGO

5. Analogía
          Ya en los umbrales del Nuevo Testamento resuena en el evangelio de san Lucas una correspondencia singular entre dos términos referentes a la misericordia divina, en los que se refleja intensamente toda la tradición veterotestamentaria. Aquí hallan expresión aquellos contenidos semánticos vinculados a la terminología diferenciada de los Libros Antiguos. He ahí a María que, entrando en casa de Zacarías, proclama con toda su alma la grandeza del Señor « por su misericordia », de la que « de generación en generación » se hacen partícipes los hombres que viven en el temor de Dios. Poco después, recordando la elección de Israel, ella proclama la misericordia, de la que « se recuerda » desde siempre el que la escogió a ella. Sucesivamente, al nacer Juan Bautista, en la misma casa su padre Zacarías, bendiciendo al Dios de Israel, glorifica la misericordia que ha concedido « a nuestros padres y se ha recordado de su santa alianza ». En las enseñanzas de Cristo mismo, esta imagen heredada del Antiguo Testamento se simplifica y a la vez se profundiza. Esto se ve quizá con más evidencia en la parábola del hijo pródigo, donde la esencia de la misericordia divina, aunque la palabra « misericordia » no se encuentre allí, es expresada de manera particularmente límpida. A ello contribuye no sólo la terminología, como en los libros veterotestamentarios, sino la analogía que permite comprender más plenamente el misterio mismo de la misericordia en cuanto drama profundo, que se desarrolla entre el amor del padre y la prodigalidad y el pecado del hijo.

Domingo IV de cuaresma (ciclo c) - San Ambrosio

El hijo pródigo
No temamos haber despilfarrado el patrimonio de la dignidad espiritual en placeres terrenales. Porque el Padre vuelve a dar al hijo el tesoro que antes poseía, el tesoro de la fe, que nunca disminuye; pues, aunque lo hubiese dado todo, el que no perdió lo que dio, lo tiene todo. Y no temas que no te vaya a recibir, porque Dios no se alegra de la perdición de los vivos (Sb 1, 13). En verdad, saldrá corriendo a tu encuentro y se arrojará a tu cuello —pues el Señor es quien levanta los cora­zones (Sal 145, 8) —, te dará un beso, que es la señal de la ter­nura y del amor, y mandará que te pongan el vestido, el anillo y las sandalias. Tú todavía temes por la afrenta que le has causado, pero Él te devuelve tu dignidad perdida; tú tienes miedo al castigo, y El, sin embargo, te besa; tú temes, en fin, el reproche, pero Él te agasaja con un banquete. Y ahora, exa­minemos ya la parábola misma.

viernes, 8 de marzo de 2013

Domingo IV de cuaresma (ciclo c) Guión Litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: La Cuaresma es un tiempo de gracia para que nuestra vida cristiana pueda ser purificada y acercándonos más a Dios nos dejemos reconciliar por Él.. Para dar comienzo a la celebración de la Eucaristía, nos ponemos de pie y cantamos...

jueves, 7 de marzo de 2013

Benedicto XVI se retira para luchar con los dragones

          La historia de la Iglesia conoce unos cuántos casos de monjes que terminaron Papas… y un solo caso inverso, que hoy nos ha tocado presenciar: un Papa que se hace monje, que ingresa libremente a la fortísima raza de los cenobitas, como dice san Benito.
          No va por menos, sino por más; no se baja de la cruz, sino que trepa más alto: audazmente ha dado un paso adelante (no al costado) para afrontar los inmensos retos de la Iglesia con mejor armamento que el que le posibilitaba la sede de Pedro: la plegaria, la omnipotencia suplicante. Como dice un famoso texto de Chesterton: al revés de lo que se cree, cuando las cosas andas realmente mal, ya no se necesita al hombre práctico; es la hora del contemplativo. Por eso este inmenso Papa que Dios nos ha regalado deja el valle y sube a la montaña.

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