jueves, 29 de noviembre de 2012

San Andrés el primero de los Apóstoles en ser llamado a seguir a Jesús - Benedicto XVI


BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 14 de junio de 2006
Andrés, el protóclito

Queridos hermanos y hermanas:
En las últimas dos catequesis hemos hablado de la figura de san Pedro. Ahora, en la medida en que nos lo permiten las fuentes, queremos conocer un poco más de cerca también a los otros once Apóstoles. Por tanto, hoy hablamos del hermano de Simón Pedro, san Andrés, que también era uno de los Doce.
La primera característica que impresiona en Andrés es el nombre: no es hebreo, como se podría esperar, sino griego, signo notable de que su familia tenía cierta apertura cultural. Nos encontramos en Galilea, donde la lengua y la cultura griegas están bastante presentes. En las listas de los Doce, Andrés ocupa el segundo lugar, como sucede en Mateo (Mt 10, 1-4) y en Lucas (Lc 6, 13-16), o el cuarto, como acontece en Marcos (Mc 3, 13-18) y en los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 13-14). En cualquier caso, gozaba sin duda de gran prestigio dentro de las primeras comunidades cristianas.

Zoología espiritual (2) Las almas cigarrones - San Manuel González García



Texto de San
 Manuel González García
en Granitos de Sal
Segunda Serie
Zoología espiritual
Las almas cigarrones

         Un tantico extraño es el título, ¿verdad?
         ¡Ojalá lo fuera tanto lo significado por el titulejo!
         Porque habrán de saber, que en un estudio que he hecho de los modos que las almas tienen de moverse, he encontrado grandes y curiosas analogías entre el modo de andar de las almas y de ciertos animales.
         La vida, se ha dicho muchas veces, es un camino que empieza en la cuna y termina en el sepulcro. Pues paralelamente a ese camino de la vida del cuerpo, tiene que recorrer el alma de todo hombre otro camino que figurando un plano inclinado, de muy acentuada inclinación, tiene en su parte baja una estación que se llama infierno y arriba otra que se llama gloria.
         Y por ese plano inclinado todos andamos, queramos o no, seamos creyentes o incrédulos, chicos o gigantes, con la sola diferencia de que unos van hacia arriba y otros van hacia abajo.
         Y es por demás interesante detenerse un rato a contemplar el panorama tan pintoresco que representa ese pendiente camino.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Testimonio sobre el Beato Jose Sanchez del Rio, mártir de Cristo Rey


Zoología espiritual (1) Las almas camaleón - San Manuel González García

Texto de San

 Manuel González García

en "Granitos de Sal"

Segunda Serie

Zoología espiritual

Las almas camaleones

         Sí señores, es un nuevo tipo de lamas que yo ofrezco a los linneos de las clasificaciones espirituales.
         ¡Las almas camaleones!
Algo de zoología
         ¿Qué es un camaleón?
         Etimológicamente pequeño león o camello león, que a una y otra cosa se presta la cara de  pocos amigos del animalito y la joroba que al dorso lleva.
         Según los zoólogos, tiene este reptil la particularidad de vivir de los insectos del aire (lo que ha dado margen al vulgo para decir de él que se mantiene del aire) y la de cambiar de color según la postura que toma, el sitio en que está y los accidentes porque atraviesa.
         Yo tomo para tipo de mi clasificación al camaleón  con esas dos particularidades, la de papa-aire, que le atribuye el vulgo, y la de cambiar de color.
         Y digo que hay muchas almas de hombres y mujeres, que por tener esas dos particularidades, se parecen al camaleón y merecen llamarse almas-camaleones.
         Lo que hay que demostrar pero por partes, que dirían en la escuela.
         Y como no es posible estudiar el alma en sí misma, voy a estudiarla en sus manifestaciones, esto es: en sus ideas, en sus amores y en sus obras.
         Sólo con la experiencia por guía llevaré el convencimiento a los más incrédulos.

martes, 27 de noviembre de 2012

¿Cómo se puede explicar tanta fe y amor a Jesús en un alma aún tierna y juvenil? - Beato José Sánchez del Río - Card. Saraiva Martins


HOMILÍA DEL CARDENAL
SARAIVA MARTINS
EN LA MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS
POR LA BEATIFICACIÓN DE
JOSÉ SÁNCHEZ EL RÍO
Sahuayo (Michoacán, México)
Lunes 21 de noviembre de 2005

Queridos señores obispos;
hermanos sacerdotes, religiosas y religiosos;
fieles cristianos laicos: 

          1. "Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del Todopoderoso, dile al Señor:  Tú eres mi refugio y fortaleza" (Sal 90, 1). Con el corazón lleno de emociones por la beatificación, el día de ayer, de Anacleto González Flores y sus compañeros mártires, hemos venido hoy para dar gracias a Dios por la beatificación de uno de ellos, el beato José Sánchez del Río, quien a los 14 años y once meses de edad fue encontrado digno de la palma del martirio, gracia que él mismo pidió ante la tumba de quien es el titular de la causa, el beato Anacleto. En verdad, ¡qué grandes y maravillosos son los designios del Señor!

lunes, 26 de noviembre de 2012

Corona de adviento : su origen y simbolismo

          La palabra adviento es de origen latín y quiere decir venida. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
          Una costumbre significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo es la corona o guirnalda de Adviento, como anuncio de Navidad.

Origen:
          La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Solemnidad de Cristo Rey (ciclo b) Mons. Castagna

Solemnidad de Cristo Rey

25 de noviembre de 2012
Juan 18, 33b-37
          Ser regidos por la Verdad. Jesús rechaza explícitamente que pretendan atribuirle un reinado sobre una nación particular. Él es Rey pero no de los judíos, como titulará erróneamente la causa de su condena. Ante la pregunta directa de Pilato, Jesús responde sin titubear: “¿Eres tú el rey de los judíos?”… “Mi realeza no es de este mundo”. “¿Entonces tú eres rey? Jesús respondió: Tú lo dices; yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz” (Juan 18, 33-37). El que gobierna está al servicio de un pueblo que necesita ser regido por la verdad. De allí viene la realeza de Cristo. Él es la Verdad que rige en el amor a quienes se disponen a enrolarse en sus filas y participar del misterio de su Vida. Con esa clave de interpretación se entenderán sus palabras y su inmolación en la Cruz. También su original enseñanza sobre la autoridad como servicio. El rey es un humilde servidor de su pueblo: se comporta como el último, se postra frente a los más pequeños y les lava los pies, comparte su mesa con ellos y los sirve, los cuida y los recupera si se extravían. El término “pastor” le cabe mejor que el de “rey”. Cristo es rey muriendo por todos los que están llamados a ser su pueblo y se autocalifica el “Buen Pastor” que da la vida por ese pueblo.

Solemnidad de Cristo Rey (ciclo b) San Juan Crisóstomo

Yo he nacido para dar testimonio de la verdad

Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es discípulo de la verdad me escucha y oye mi voz (Juan XVIII, 37).
Admirable cosa es la paciencia, pues al alma, liberada de las tempestades que suscitan los espíritus malignos, la establece en un puerto tranquilo. Cristo nos la enseñó y nos la enseña, sobre todo ahora que es llevado y traído para juicio. Llevado a Anás, respondió con gran mansedumbre; y al criado que lo hirió, le contestó de un modo capaz de reprimir toda soberbia. Desde ahí fue llevado a Caifás y luego a Pilato, gastándose en eso toda la noche; y en todas partes y ocasiones se presentó con gran mansedumbre.
Cuando lo acusaron de facineroso, cosa que no le podían probar, Él, de pie, lo toleró todo en silencio. Cuando se le preguntó acerca del reino, le respondió a Pilato, pero adoctrinándolo y levantándole sus pensamientos a cosas mayores. Mas ¿por qué Pilato no examina a Jesús delante de los judíos sino en el interior del pretorio? Porque tenía gran estima de Jesús y quería examinar la causa cuidadosamente, lejos del tumulto. Cuando le preguntó: ¿Qué has hecho? Jesús nada le responde; en cambio, sí le responde acerca del reino. Le dice: Mi reino no es de este mundo, que era lo que más anhelaba saber el presidente. Como si le dijera: En verdad soy rey, pero no como tú lo sospechas, sino rey mucho más espléndido. Por aquí y por lo que sigue le declara no haber hecho nada malo. Pues quien asegura: Yo para esto he nacido y a esto vine, para dar testimonio de la verdad, claramente dice no haber hecho nada malo.

Solemnidad de Cristo Rey (ciclo b) Catena Aurea

Juan 18,33-37
Pilatos llamó a Jesús y le dijo: "¿Eres tú el Rey de los judíos?" Respondió Jesús: "¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?" Respondió Pilatos: "¿Soy acaso yo judío? Tu nación y los Pontífices te han puesto en mis manos: ¿qué has hecho?" Respondió Jesús: "Mi reino no es de este mundo. Si de este mundo fuera mi reino, mis ministros sin duda pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí". Entonces Pilatos le dijo: "¿Luego Rey eres tú?" Respondió Jesús: "Tú dices que yo soy Rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad: todo aquel que es de la verdad escucha mi voz".

Crisóstomo, in Ioannem, hom. 82
Queriendo Pilato librar a Jesús del odio de los judíos, no dilató el juicio; por lo que dice: "Entró, pues, Pilato en el Pretorio y llamó a Jesús", etc.

Teofilacto
Aparte de esto, como tenía gran opinión de Jesús, se proponía apurar exquisitamente todas las cosas dejando a un lado el estrépito de los judíos. Y sigue: "Y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?"

Oraciones a Cristo Rey del Universo


Salve Rey de los cielos y tierra
Cristo Jesús, cariñoso Pastor
Oye la voz amorosa y vibrante
Que hoy te eleva mi canto de amor.

Salve Rey de los ángeles fieles
De Confesores luz y sostén
Dame la gracia de seguirte siempre
Hasta estar feliz en el Edén.

CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO
A CRISTO REY
Esta oración fue prescrita por Pío XI en 1925
para la fiesta de Cristo Rey
¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Míranos humildemente postrados delante de tu altar; tuyos somos y tuyos queremos ser; y a fin de vivir más estrechamente unidos a Ti, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a tu Sacratísimo Corazón.
Muchos, por desgracia, jamás te han conocido; muchos, despreciado tus mandamientos, te han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadécete de los unos y de los otros, y atráelos a todos a tu Corazón Santísimo.
Señor, sé Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Ti, sino también de los pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna porque no perezcan de hambre y de miseria.
Sé Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Ti; devuélvelos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.
Concede, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos la tranquilidad en el orden, haz que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Letanías a Cristo Rey

Letanías a
Jesucristo
Rey del Universo

          Acerquémonos con profunda reverencia al trono de su Majestad, nuestro divino Rey, Cristo Jesús, y ofrezcámosle el homenaje de nuestra humilde adoración. Adoremos y alabemos a Aquel a quién el eterno Padre dijo: Pídeme y te daré las gentes y naciones por tu reino. (Sal. 2, 8)
          Veneramos, oh Jesús, vuestro reino eterno que poseéis como Hijo de Rey Eterno, igual en todo al Padre en majestad, omnipotencia y gloria. Vuestros son los cielos y vuestra es la tierra. Vos creasteis al universo y cuanto existe. Todas las cosas fueron hechas por Vos y sin Vos nada se hizo de cuanto se ha creado. El orbe entero es vuestro y vos reinareis de mar en mar, hasta los últimos confines de la tierra.

Solemnidad de Cristo Rey (ciclo b) Guión litúrgico


Solemnidad de
Nuestro Señor Jesucristo
Rey del Universo

ENTRADA:
Hermanos: Ha sido costumbre muy general y antigua llamar Rey a Jesucristo, en sentido metafórico, a causa del supremo grado de excelencia que posee y que le encumbra entre todas las cosas creadas. Así, se dice que reina en las inteligencias de los hombres, no tanto por el sublime y altísimo grado de su ciencia cuanto porque El es la Verdad y porque los hombres necesitan beber de El y recibir obedientemente la verdad. Se dice también que reina en las voluntades de los hombres, no sólo porque en El la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en nobilísimos propósitos. Finalmente, se dice con verdad que Cristo reina en los corazones de los hombres porque, con su supereminente caridad y con su mansedumbre y benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás nadie entre todos los nacidos ha sido ni será nunca tan amado como Cristo Jesús. Pero es evidente que también en sentido propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey; pues sólo en cuanto hombre se dice de El que recibió del Padre la potestad, el honor y el reino; porque como Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del Padre, no puede menos de tener común con él lo que es propio de la divinidad y, por tanto, poseer también como el Padre el mismo imperio supremo y absolutísimo sobre todas las criaturas. Para iniciar esta celebración de la solemnidad de Cristo Rey nos ponemos de pie y cantamos....

viernes, 23 de noviembre de 2012

Encíclica con la que Pío XI instituye la fiesta de Cristo Rey : Quas Primas

CARTA ENCÍCLICA
QUAS PRIMAS
DEL SUMO PONTÍFICE
PÍO XI
SOBRE LA FIESTA DE
CRISTO REY
          En la primera encíclica, que al comenzar nuestro Pontificado enviamos a todos los obispos del orbe católico, analizábamos las causas supremas de las calamidades que veíamos abrumar y afligir al género humano.
          Y en ella proclamamos Nos claramente no sólo que este cúmulo de males había invadido la tierra, porque la mayoría de los hombres se habían alejado de Jesucristo y de su ley santísima, así en su vida y costumbres como en la familia y en la gobernación del Estado, sino también que nunca resplandecería una esperanza cierta de paz verdadera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de nuestro Salvador.
La «paz de Cristo en el reino de Cristo»
          1. Por lo cual, no sólo exhortamos entonces a buscar la paz de Cristo en el reino de Cristo, sino que, además, prometimos que para dicho fin haríamos todo cuanto posible nos fuese. En el reino de Cristo, dijimos: pues estábamos persuadidos de que no hay medio más eficaz para restablecer y vigorizar la paz que procurar la restauración del reinado de Jesucristo.
          2. Entre tanto, no dejó de infundirnos sólida, esperanza de tiempos mejores la favorable actitud de los pueblos hacia Cristo y su Iglesia, única que puede salvarlos; actitud nueva en unos, reavivada en otros, de donde podía colegirse que muchos que hasta entonces habían estado como desterrados del reino del Redentor, por haber despreciado su soberanía, se preparaban felizmente y hasta se daban prisa en volver a sus deberes de obediencia.
          Y todo cuanto ha acontecido en el transcurso del Año Santo, digno todo de perpetua memoria y recordación, ¿acaso no ha redundado en indecible honra y gloria del Fundador de la Iglesia, Señor y Rey Supremo?

jueves, 22 de noviembre de 2012

Vida y martirio de Santa Cecilia ¿Por qué es patrona de la música?

Durante más de mil años, Santa Cecilia ha sido una de las mártires de la primitiva Iglesia más veneradas por los cristianos. Su nombre figura en el canon de la misa. Las "actas" de la santa afirman que pertenecía a una familia patricia de Roma y que fue educada en el, cristianismo. Solía llevar un vestido de tela muy áspera bajo la túnica propia de su dignidad, ayunaba varios días por semana y había consagrado a Dios su virginidad. Pero su padre, que veía las cosas de un modo diferente, la casó con un joven patricio llamado Valeriano. El día de la celebración del matrimonio, en tanto que los músicos tocaban y los invitados se divertían, Cecilia se sentó en un rincón a cantar a Dios en su corazón y a pedirle que la ayudase. Cuando los jóvenes esposos se retiraron a sus habitaciones, Cecilia, armada de todo su valor, dijo dulcemente a su esposo: "Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí." Valeriano replicó: "Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides." Cecilia le dijo: "Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo verás al ángel." Valeriano accedió y fue a buscar al obispo Urbano, quien se hallaba entre los pobres, cerca de la tercera mojonera de la Vía Apia. Urbano le acogió con gran gozo. Entonces se acercó un anciano que llevaba un documento en el que estaban escritas las siguientes palabras: "Un solo Señor, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo y en nuestros corazones." Urbano preguntó a Valeriano: "¿Crees esto?" Valeriano respondió que sí y Urbano le confirió el bautismo. Cuando Valeriano regresó a donde estaba Cecilia, vio a un ángel de pie junto a ella. El ángel colocó sobre la cabeza de ambos una guirnalda de rosas y lirios. Poco después llegó Tiburcio, el hermano de Valeriano y los jóvenes esposos le ofrecieron una corona inmortal si renunciaba a los falsos dioses. Tiburcio se mostró incrédulo al principio y preguntó: " ¿Quién ha vuelto de más allá de la tumba a hablarnos de esa otra vida?" Cecilia le habló largamente de Jesús. Tiburcio recibió el bautismo, y al punto vio muchas maravillas.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Oración a la Virgen María para la Fiesta de su Presentación - San Alfonso María de Ligorio

ORACIÓN DE ENTREGA TOTAL A DIOS
 Santa María, que desde niña,
fuiste la criatura más amada de Dios.
Así como al presentarte en el templo
te consagraste pronto y del todo,
a la gloria y amor de tu Señor,
así quisiera yo ofrecerte
los primeros años de mi vida,
y consagrarme por entero a tu servicio,
santa y dulce Señora.

La presentación de la Santísima Virgen María - San Alfonso María de Ligorio

De Las Glorias de Maria
de San Alfonso Maria de Ligorio
Discurso tercero
PRESENTACIÓN DE MARÍA
EN EL TEMPLO
El ofrecimiento que hizo María de sí misma a Dios, fue pronto y sin demora, fue por entero y sin reservas
         No hubo ni habrá jamás un ofrecimiento hecho por una criatura, ni más grande ni más perfecto que el que hizo la niña María a Dios cuando se presentó en el Templo para ofrecerle, no incienso ni cabritillas, ni monedas de oro, sino a sí misma del todo y por entero, en perfecto holocausto, consagrándose como víctima perpetua en su honor. Muy bien comprendió la voz del Señor que la llamaba a dedicarse toda entera a su amor, con aquellas palabras: “Levántate, apresúrate, amiga mía... y ven” (Ct 2, 10). Por eso quería su Señor que se dedicara del todo a amarlo y complacerlo: “Oye, hija mía, mira, inclina tu oído y olvida tu pueblo y la casa paterna” (Sal 44, 14). Y ella, al instante siguió la llamada de Dios.
Veamos pues cuán agradable fue a Dios el ofrecimiento que María hizo de sí misma a Dios al consagrarse al punto y sin demora, enteramente y sin reserva.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Se muestra urgente sustituir el empeño por un mayor conocimiento y un uso más competente de la lengua latina - Benedicto XVI

CARTA APOSTÓLICA
EN FORMA DE MOTU PROPRIO
LATINA LINGUA
DEL SUMO PONTÍFICE
BENEDICTO XVI
CON LA QUE SE INSTITUYE
LA PONTIFICIA ACADEMIA DE LATINIDAD

1. La lengua latina siempre se ha tenido en altísima consideración por parte de la Iglesia católica y los Romanos Pontífices, quienes han promovido asiduamente su conocimiento y difusión, habiendo hecho de ella la propia lengua, capaz de transmitir universalmente el mensaje del Evangelio, como ya afirmaba autorizadamente la Constitución apostólica Veterum sapientia de mi predecesor, el beato Juan XXIII.
En realidad, desde Pentecostés la Iglesia ha hablado y orado en todas las lenguas de los hombres. Sin embargo, las comunidades cristianas de los primeros siglos utilizaron ampliamente el griego y el latín, lenguas de comunicación universal del mundo en el que vivían, gracias a las cuales la novedad de la Palabra de Cristo encontraba la herencia de la cultura helenístico-romana.
Tras las desaparición del Imperio romano de Occidente, la Iglesia de Roma no sólo continuó valiéndose de la lengua latina, sino que se hizo de ella en cierto modo custodia y promotora, tanto en ámbito teológico y litúrgico como en el de la formación y la transmisión del saber.
2. Asimismo en nuestros días el conocimiento de la lengua y la cultura latina resulta cuanto más necesaria para el estudio de las fuentes a las que acuden, entre otras, numerosas disciplinas eclesiásticas como, por ejemplo, la teología, la liturgia, la patrística y el derecho canónico, como enseña el concilio ecuménico Vaticano II (cfr. decr. Optatam totius, 13).

Santa Isabel de Hungría: una de las mujeres del Medievo que ha suscitado mayor admiración - Benedicto XVI

BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 20 de octubre de 2010

Santa Isabel de Hungría
Hoy quiero hablaros de una de las mujeres del Medievo que ha suscitado mayor admiración; se trata de santa Isabel de Hungría, también llamada Isabel de Turingia.
Nació en 1207; los historiadores discuten sobre el lugar. Su padre era Andrés II, rico y poderoso rey de Hungría, el cual, para reforzar los vínculos políticos, se había casado con la condesa alemana Gertrudis de Andechs-Merano, hermana de santa Eduvigis, la cual era esposa del duque de Silesia. Isabel vivió en la corte húngara sólo los primeros cuatro años de su infancia, junto a una hermana y tres hermanos. Le gustaban los juegos, la música y la danza; rezaba con fidelidad sus oraciones y ya mostraba una atención especial por los pobres, a quienes ayudaba con una buena palabra o con un gesto afectuoso.

sábado, 17 de noviembre de 2012

No se puede ser un verdadero creyente si no se evangeliza - Benedicto XVI

MENSAJE DEL SANTO
 PADRE BENEDICTO XVI
PARA LA XXVIII JORNADA
MUNDIAL DE LA JUVENTUD
2013

Id y haced discípulos a todos los pueblos (cf. Mt 28,19)
          Queridos jóvenes:
          Quiero haceros llegar a todos un saludo lleno de alegría y afecto. Estoy seguro de que la mayoría de vosotros habéis regresado de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid «arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2,7). En este año hemos celebrado en las diferentes diócesis la alegría de ser cristianos, inspirados por el tema: «Alegraos siempre en el Señor» (Flp 4,4). Y ahora nos estamos preparando para la próxima Jornada Mundial, que se celebrará en Río de Janeiro, en Brasil, en el mes de julio de 2013.
          Quisiera renovaros ante todo mi invitación a que participéis en esta importante cita. La célebre estatua del Cristo Redentor, que domina aquella hermosa ciudad brasileña, será su símbolo elocuente. Sus brazos abiertos son el signo de la acogida que el Señor regala a cuantos acuden a él, y su corazón representa el inmenso amor que tiene por cada uno de vosotros. ¡Dejaos atraer por él! ¡Vivid esta experiencia del encuentro con Cristo, junto a tantos otros jóvenes que se reunirán en Río para el próximo encuentro mundial! Dejaos amar por él y seréis los testigos que el mundo tanto necesita.
          Os invito a que os preparéis a la Jornada Mundial de Río de Janeiro meditando desde ahora sobre el tema del encuentro: Id y haced discípulos a todos los pueblos (cf. Mt 28,19). Se trata de la gran exhortación misionera que Cristo dejó a toda la Iglesia y que sigue siendo actual también hoy, dos mil años después. Esta llamada misionera tiene que resonar ahora con fuerza en vuestros corazones. El año de preparación para el encuentro de Río coincide con el Año de la Fe, al comienzo del cual el Sínodo de los Obispos ha dedicado sus trabajos a «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana». Por ello, queridos jóvenes, me alegro que también vosotros os impliquéis en este impulso misionero de toda la Iglesia: dar a conocer a Cristo, que es el don más precioso que podéis dar a los demás.

Domingo XXXIII (ciclo b) P. Raniero Cantalamessa

En aquellos días...

Daniel 12, 1-3;
Hebreos 10, 11-14. 18;
Marcos 13, 24-32

          El Evangelio del penúltimo domingo del año litúrgico es el clásico texto sobre el fin del mundo. En toda época ha habido quien se ha encargado de agitar amenazadoramente esta página del Evangelio ante sus contemporáneos, alimentando psicosis y angustia. Mi consejo es permanecer tranquilos y no dejarse turbar lo más mínimo por estas previsiones catastróficas. Basta con leer la frase final del mismo pasaje evangélico: «Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sólo el Padre». Si ni siquiera los ángeles ni el Hijo (se entiende que en cuanto hombre, no en cuanto Dios) conocen el día ni la hora del final, ¿es posible que lo sepa y esté autorizado a anunciarlo el último adepto de alguna secta o fanático religioso? En el Evangelio Jesús nos asegura el hecho de que Él volverá un día y reunirá a sus elegidos desde los cuatro vientos; el cuándo y el cómo vendrá (entre las nubes del cielo, el oscurecimiento del sol y la caída de las estrellas) forman parte del lenguaje figurado propio del género literario de estos relatos.

Domingo XXXIII (ciclo c) San Juan de Ávila

Señales que precederán el juicio
Gran día es éste. ¿Por qué grande?
Es grande de cuenta, grande de parte del juez, y grande de parte de los juzgados, y grande de parte del castigo. Bienaventurado el que estuviere en pie este día. ¿Queréis saber cuán grande día es? Miraldo a la víspera, qué tales serán las señales que precederán aquel día.
¿Habéis oído a los muchachos que representan las Sibilas la noche de Navidad? Dicen allí que los árboles sudarán sangre, la mar se secará, los animales y peces bramarán.
¿Si son estas cosas verdades o no? San Jerónimo dice que las halló en los libros de los judíos, y dicen que no tienen mucha autoridad; y Santo Tomás a la letra dice que no tienen mucha  autoridad. Grandes cosas son éstas; pero si bien miramos, las palabras que en el Evangelio decimos —dice la misma Verdad, Aquel que sabe lo por venir—, lo mismo que las Sibilas nos dicen y aun mucho más; y aunque no lo diga por las mismas palabras, de lo que dice se infiere, pues dice: Habrá señales en el sol y luna y estrellas; dará la mar bramidos; serán tantas las señales de Dios, que los hombres se secarán viendo lo que acontecerá. Ruégoos que me digáis: ¿qué será aquello que ha de acaecer, que de vello se secarán los hombres de espanto, que bramará la mar y temblará la tierra, y caerse han las estrellas y secarse han los hombres del sentimiento que traerán de ver lo que en todo el mundo acaecerá? Será tan grande el sentimiento que en todo el mundo habrá, que la tierra temblará, los árboles se arrancarán de raíz, la mar dará bramidos con sus ondas, las estrellas se caerán. No se caerán, sino que caerán tantas cometas, que verdaderamente parecerá a los hombres, y dirán: Las estrellas se caen. Aullarán las aves y las bestias, las piedras se darán unas con otras; será cosa espantable de ver lo que pasará. Cuando Dios crió al hombre, todas las cosas crió para su servicio, y justa cosa es que, pues Dios crió todo para el servicio del hombre, que todo haga sentimiento cuando castigare al hombre.

Domingo XXXIII (ciclo b) Catena Aurea

Marcos 13, 24-32
          Y pasados aquellos días de tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no alumbrará. Y las estrellas del cielo caerán, o amenazarán ruina, y las potestades que hay en los cielos, bambolearán. Entonces se verá venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria. El cual enviará luego sus ángeles, y congregará a sus escogidos de las cuatro partes del mundo, desde el último cabo de la tierra hasta la extremidad del cielo".
          "Aprended ahora sobre esto, una comparación tomada de la higuera: Cuando ya sus ramas retoñecen, y brotan las hojas, conocéis que está cerca el verano. Pues así también cuando vosotros veáis que acontecen estas cosas, sabed que el Hijo del hombre está cerca, está ya a la puertas. En verdad os digo que no pasará esta generación, que no se hayan cumplido estas cosas. El cielo y la tierra faltarán: pero no faltarán mis palabras".
          "Mas en cuanto al día o la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo para revelároslo, sino el Padre.

Teofilacto
Después que dijo el Señor todo lo concerniente a Jerusalén, habla ahora de la venida del Anticristo, y dice: "Entonces si alguno os dijere: Ve aquí el Cristo, o vele allí, no le creáis". Pero por la palabra entonces no debemos entender que había de ser al momento que se realizaría lo que queda dicho acerca de Jerusalén. En este sentido dice San Mateo, después de ocuparse de la generación de Cristo: "En aquella temporada se dejó ver Juan Bautista" ( Mt 3,1). ¿Acaso inmediatamente después de la natividad de Cristo? No, porque habló indeterminada o indistintamente. Así, pues, debemos entender por por entonces, no el tiempo de la ruina de Jerusalén, sino el de la venida del Anticristo. Y sigue: "Porque se levantarán falsos Cristos", etc. Muchos tomarán el nombre de Cristo para engañar también a los fieles.

San Agustín, de civitate Dei, 20, 19
Entonces quedará Satanás en libertad, y desplegará por el Anticristo todo su poder de un modo maravilloso, aunque falso. Ocurre que con frecuencia se duda de la razón que tuvo el Apóstol para llamarlos milagros y prodigios falsos. Puede ser que, ofuscados los sentidos, vean una aparición que hace lo que no puede hacer, o que, siendo verdaderos prodigios, engañen a los que creen que sólo Dios puede hacerlos, no conociendo el poder del diablo, y menos en aquél tiempo en que lo tendrá mayor que nunca. Pero sea lo que fuera, tales milagros y prodigios cautivarán sólo a los que lo merezcan.

Domingo XXXIII (ciclo b) Guión litúrgico

ENTRADA:
Hermanos: De domingo en domingo, la Iglesia se encamina hacia el último « día del Señor », el domingo que no tiene fin. En realidad, la espera de la venida de Cristo forma parte del misterio mismo de la Iglesia y se hace visible en cada celebración eucarística. Pero el día del Señor, al recordar de manera concreta la gloria de Cristo resucitado, evoca también con mayor intensidad la gloria futura de su « retorno ». Esto hace del domingo el día en el que la Iglesia, manifestando más claramente su carácter « esponsal », anticipa de algún modo la realidad escatológica de la Jerusalén celestial. Al reunir a sus hijos en la asamblea eucarística y educarlos para la espera del « divino Esposo », la Iglesia hace como un « ejercicio del deseo », en el que prueba el gozo de los nuevos cielos y de la nueva tierra, cuando la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajará del cielo, de junto a Dios, « engalanada como una novia ataviada para su esposo ». Nos disponemos a iniciar esta celebración cantando…

viernes, 16 de noviembre de 2012

Domingo XXXIII (ciclo b) - San Juan Crisóstomo

Advenimiento
del Hijo del hombre
Ya, pues, que ha dicho cómo vendrá el anticristo, por ejemplo, en qué lugar, dice también cómo vendrá Él mismo. — ¿Cómo vendrá, pues, Él mismo? — Como el relámpago sale de oriente y brilla hasta occidente, así será el advenimiento del Hijo del hombre. Porque donde estuviere el cadáver, allí también se congregarán las águilas. ¿Cómo aparece, pues, el re­lámpago? El relámpago no necesita quien lo anuncie, no necesita de heraldo. Aun a los ojos de quienes están sentados dentro casas o en sus recámaras, en un instante de tiempo aparece él por sí mismo en toda la extensión de la tierra. Así se aquel segundo advenimiento, que aparecerá a la vez en toda las partes por el resplandor de su gloria. Y todavía habla de otra señal: Donde estuviere el cadáver, allí también se congregarán las águilas; es decir, la muchedumbre de los ángeles, los mártires y de los santos todos. Luego, de prodigios espantosos. ¿Qué prodigios serán ésos? Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días—dice—, el sol se oscurecerá. ¿Qué tribulación de aquellos días? La de los días del al anticristo y los falsos profetas. Grande, en efecto, será la tribulación, cuando tantos serán los impostores. Pero no se prolongará por mucho tiempo. Porque si la guerra de los judíos abrevió por amor de los escogidos, con más razón se acortará esta prueba por amor de esos mismos escogidos. De ahí que no dijo: "Después de la tribulación", sino: Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá. Porque todo sucede casi al mismo tiempo. Los seudocristos y seudoprofetas vendrán perturbándolo todo, e inmediatamente aparecerá el Señor. A la verdad, no será pequeña la turbación que se apoderará de toda la tierra. Mas ¿cómo aparecerá el Señor?

miércoles, 14 de noviembre de 2012

San Alberto Magno: Uno de los maestros más grandes de la teología medieval - Benedicto XVI

BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 24 de marzo de 2010

San Alberto Magno

          Queridos hermanos y hermanas:
          Uno de los maestros más grandes de la teología medieval es san Alberto Magno. El título de "grande" (magnus), con el que pasó a la historia, indica la vastedad y la profundidad de su doctrina, que unió a la santidad de vida. Ya sus contemporáneos no dudaban en atribuirle títulos excelentes; un discípulo suyo, Ulrico de Estrasburgo, lo definió "asombro y milagro de nuestra época".
          Nació en Alemania a principios del siglo XIII, y todavía muy joven se dirigió a Italia, a Padua, sede de una de las universidades más famosas del Medioevo. Se dedicó al estudio de las llamadas "artes liberales": gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, astronomía y música, es decir, de la cultura general, manifestando el típico interés por las ciencias naturales que muy pronto se convertiría en el campo predilecto de su especialización. Durante su estancia en Padua, frecuentó la iglesia de los Dominicos, a los cuales después se unió con la profesión de los votos religiosos. Las fuentes hagiográficas dan a entender que Alberto maduró esta decisión gradualmente. La intensa relación con Dios, el ejemplo de santidad de los frailes dominicos, la escucha de los sermones del beato Jordán de Sajonia, sucesor de santo Domingo en el gobierno de la Orden de los Predicadores, fueron los factores decisivos que lo ayudaron a superar toda duda, venciendo también resistencias familiares. Con frecuencia, en los años de la juventud, Dios nos habla y nos indica el proyecto de nuestra vida. Como para Alberto, también para todos nosotros la oración personal alimentada por la Palabra del Señor, la participación frecuente en los sacramentos y la dirección espiritual de hombres iluminados son medios para descubrir y seguir la voz de Dios. Recibió el hábito religioso de manos del beato Jordán de Sajonia.

La devoción de las tres Avemarías


¿En qué consiste la devoción de las tres Avemarías?
          En rezar tres veces el Avemaría a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Señora nuestra, bien para honrarla o bien para alcanzar algún favor por su mediación.

¿Cuál es el fin de esta devoción?
          Honrar los tres principales atributos de María Santísima, que son:
1.- El poder que le otorgó Dios Padre por ser su Hija predilecta.
2.- La sabiduría con que la adornó Dios Hijo, al elegirla como su Madre.
3.- La misericordia con que la llenó Dios Espíritu Santo, al escogerla por su inmaculada Esposa.
          De ahí viene que sean tres las Avemarías a rezar y no otro número diferente.

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